¿Quién nos guía?
¿Quién nos brinda una devolución sobre la evolución de nuestra carrera?
¿Quién nos acompaña en nuestro desarrollo profesional?
¿Tenemos sistematizada una reunión semanal, quincenal, mensual, trimestral… donde “la persona que nos dirige, controla y colabora", nos entrega una devolución sobre nuestra performance y nos reorienta para que sigamos planificando nuestro futuro y seguir creciendo?
¿Tenemos comunicación con "el jefe”?
¿El Director Técnico de un equipo de básquet, de fútbol, de vóley tiene una política de “puertas abiertas”?
¿Alguno de estos responsables se ocupa de lograr que cada carrera profesional de los jugadores que dirige, llegue a su máximo potencial? Es “el Director…”, debería hacerlo.
¿El Manager Deportivo aporta al grupo? ¿Al equipo? ¿A los integrantes del equipo?
¿Agrega valor ?o ¿hace qué agrega valor?
Las evaluaciones guían y permiten “acompañar” la consecución de metas.
Si partimos de los objetivos, para entender hacia dónde vamos; y entendiendo que el mejor hilo conductor para la obtención de los mismos son los planes a mediano y largo plazo, las evaluaciones son el control de gestión.
La estrategia y la puesta en marcha de los planes a corto plazo; bien dirigidos y controlados, son metodologías necesarias para implementar.
Esta metodología colabora con el desarrollo de nuestro máximo potencial y esto no es ningún secreto. Estará asociado a la dedicación y el esfuerzo con el que encaremos los proyectos. Estará asociado al foco y al mérito para seguir avanzando.
Llegando a esta situación los referentes, que saben y quieren que crezcamos, son los que nos guiaran para ser cada vez mejores. Siempre tenemos gente que sabe más que nosotros, debemos lograr trabajar con esos referentes.
La evaluación, es el momento de poner “el futuro sobre la mesa”, permite parar la pelota y entender si estamos yendo en el camino elegido y nos permite ser mejores.
Es la oportunidad que nos permite seguir creciendo y es interesante y necesario que nos hagamos cargo de buscarlo.